El soplete de cocina es una herramienta que da el acabado perfecto a una multitud de recetas. Aunque lo hemos encasillado en el mundo de la repostería (con postres como el merengue o la crema catalana), sus funciones van mucho más allá del típico caramelizado. En este aspecto, el flameador de cocina también sirve para darle un toque crujiente a carnes, pescados e incluso verduras, gratinar quesos, flambear bebidas alcohólicas o fundir la mantequilla en menos que canta un gallo.
En ALDI estamos seguros que si le das una oportunidad se convertirá en un must have de tu cocina sí o sí. Para acabar de convencerte, te traemos 4 deliciosas recetas que están que arden. Lo ficharás.
Si cuentas con un flameador de cocina, es hora de sacarlo a pasear y sorprender a tus invitados. O a ti mismo/a, por el mero hecho de darte una alegría en tu día a día. Recuerda que, para lograr unos resultados óptimos con este accesorio culinario, no debes detenerte demasiado en un mismo punto. Y es que debes evitar que los alimentos se quemen excesivamente en ciertas partes. ¿Al lío?
Si te gustan los contrastes, esta receta con soplete lleva tu nombre y apellidos. Puedes prepararlo como aperitivo “gourmet”, para comértelo de un solo bocado, o bien hay quien lo degusta como postre. Sea como sea, aquí te dejamos esta facilísima (pero vistosa) preparación. Triunfarás.
Ingredientes
Preparación
Paso 1. Lava y seca los higos con precaución. Córtalos por la mitad y espolvorea cada porción con un cuarto de cucharadita de azúcar. ¿Lo tienes? Seguro que sí, crack.
Paso 2. Caliéntalos con el flameador de cocina hasta que se derrita el azúcar y se dore. Objetivo: conseguir una fina capa de caramelo crujiente. Tranqui, lo conseguirás.
Paso 3. Aplasta los pistachos en un mortero y, después, deposítalos en un cuenco.
Paso 4. Machaca el queso con la ayuda de un tenedor y forma bolitas con él. Ahora te toca darle ese extra más “cool” de sabor que dejará encandilados hasta los paladares más exigentes: reboza las bolitas de queso en los pistachos triturados. Qué maravilla.
Paso 5. Por último, rocía cada higo caramelizado con unas gotitas de vinagre balsámico. Luego coloca las bolitas rebozadas sobre cada una de las mitades. Lo tienes. Cuidado, porque volarán de la mesa.
Ya te contamos cómo abrir, pelar y conservar un aguacate una vez abierto, ahora te mostramos una de esas recetas con soplete que agradecerás tener siempre en tu recetario (junto con la de aguacate relleno con langostinos que tanto te gusta, claro). ¿El secreto? Sin duda, reside en el espectacular relleno. ¡Toma nota!
Ingredientes (4 personas)
Preparación
Paso 1. Para elaborar un sofrito de escándalo, limpia el puerro y trocea solo la parte blanca en aros finos. Ahora pela las zanahorias y córtalas en rodajas. Sofríe los dos ingredientes durante 10 minutos, con un poco de aceite de oliva (mejor si es “virgen extra”). Incorpora los guisantes y saltéalo todo 2 minutos más.
Paso 2. Pela, ralla y pocha la cebolleta en una sartén, con la mantequilla, hasta que esté bien blandita y adquiera un color transparente muy apetecible. Eso sí, cocínala a fuego lento. ¿Siguiente?
Paso 3. Ahora te toca preparar la crema. Para ello, añade la harina y sal al gusto. En el momento que comience a pillar colorcito, agrega la leche poco a poco, removiendo hasta que espese. Introduce la pimienta, la nuez moscada y la verdura. Mezcla suavemente. Cuando esté lista, retira la crema del fuego, viértela en un recipiente y tápala con film, tocando la superficie.
Paso 4. Abre los aguacates por la mitad (a lo largo), saca el hueso y pélalos con mucho cuidado.
Paso 5. Rellena los aguacates con la crema de verduras (en el espacio del hueso) y, después, espolvoréalos con pimentón y el queso rallado. Llegó la hora de usar el flameador de cocina para dorar ligeramente y gratinar el queso. Para acabar, sírvelos rápidamente con los tomatitos salteados y la rúcula.
#ALDIconsejo: esta receta con soplete es ideal para dejar volar la imaginación, concretamente con el relleno, así que si lo prefieres puedes usar otras verduras u hortalizas, huevo o incluso legumbres.
El uso más extendido del flameador en cocina es para caramelizar una superficie. Prueba de ello, son las exquisitas recetas que te especificamos a continuación y que tendrás listas en un abrir y cerrar de ojos:
Este postre francés guarda muchas similitudes con la deliciosa crema catalana. En ambas delicatessen, el soplete de cocina ejerce un papel fundamental, pues crea un sorprendente contraste entre la crema fría y el azúcar caliente. Puedes servirla con frutos rojos, pero si lo prefieres puedes optar por otras frutas picaditas, tales como frutas cítricas, el mango, el kiwi, las fresas o el maracuyá. Imaginación al poder.
Ingredientes
Preparación
Paso 1. En un cazo, calienta la nata y la leche junto con las semillas de la vaina de vainilla. Incorpora también la propia vaina, una vez abierta. Importante: vigila que no llegue a hervir. Retira del fuego y deja reposar la preparación, para que adopte todo el sabor y el aroma de la vainilla.
Paso 2. Ahora te toca batir las yemas de los huevos con el azúcar en un cuenco. Dale bien hasta que queden espumosas y blanquecinas. Retira la vainilla de la mezcla anterior y derrama la nata y la leche sobre las yemas, poquito a poquito, mientras remueves con unas varillas manuales.
Paso 3. Vierte la preparación en cuencos refractarios y cúbrelos con papel de aluminio o film resistente al calor. Luego dispón los recipientes en una fuente de horno y agrega agua caliente en el fondo de la misma, hasta que llegue a la mitad de los cuencos, más o menos.
Paso 4. Cocina la crema en el horno precalentado a 160º C, entre 30 y 35 minutos. Controla el tiempo de cocción, pues cada horno es un mundo y no todos los recipientes son igual de profundos. Retíralos cuando la crema haya cuajado y déjala enfriar. Después, introdúcela en el frigorífico hasta que esté bien fresquita (unas 3 o 4 horas, aproximadamente).
Paso 5. Antes de servir este dulce manjar, espolvorea la superficie con azúcar con la ayuda de un colador. Por fin, llega el momento de emplear el flameador de cocina (en su defecto, también puedes usar un quemador de postres). Quema la crema hasta que el azúcar se transforme en una capa bien dorada. Decórala a tu gusto, por ejemplo, con arándanos y menta. Gózala.
Seguramente sea una de las recetas con soplete más fáciles del mundo mundial. Por este motivo, no podíamos despedirnos sin que la probaras. Créenos cuando te decimos que es una de las mejores maneras para dar por finalizada cualquier comida. Solo necesitarás: tu fruta favorita, un poco de azúcar y tu soplete de cocina. Avisamos: el plátano queda espectacular. ¡A cocinar!
Preparación
Paso 1. Lava y corta la fruta que más se te antoje. Ñam, ñam.
Paso 2. Espolvoréala con azúcar. Para hacerlo uniformemente te recomendamos que uses un colador.
Paso 3. Enciende el soplete de cocina y calienta el azúcar hasta que se dore, pasando la llama de arriba abajo sobre la fruta en cuestión. Cuando acabes, deja templar unos instantes antes de emplatar. Listo.
>> Además de las deliciosas recetas con soplete de cocina que te acabamos de mostrar, hay otros dulces que no serían lo que son sin este práctico accesorio de cocina, por ejemplo: el merengue o tarta de limón, la crema catalana, la yema tostada, el chocolate derretido con nubes flambeadas o la tarta massini. Prepárate un buen festín, te lo mereces.
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