Cómo hacer helado casero fácil y cremoso para combatir el calor

Hay algo que no puede faltar en verano. Y no hablamos de la gorra ni del protector solar, que también son superimportantes, sino del protagonista supremo de las tardes de calor de julio y agosto: el helado. Mmm. Pocas cosas existen en la vida tan satisfactorias como saborear un helado un día caluroso, sea la hora que sea. Concuerdas con nosotros, ¿a que sí?

Si has asentido con la cabeza con ahínco, has aterrizado en el artículo adecuado, amante del helado. Hoy, en ALDI, te sorprendemos con una receta muy facilita para hacer helado casero desde la tranquilidad de tu cocina. ¡Manos a la obra!

¿Ya ha bajado la temperatura de la mezcla, cocinitas? Entonces, ¡sigamos! En un bol, rompe cuatro huevos y separa las yemas de las claras, porque para esta receta solo vamos a utilizar las yemas. Si nunca lo has hecho, no te preocupes, puedes ir pasando la yema de una mitad de la cáscara a la otra, dejando que la clara caiga en un bol aparte, o ayudarte con un separador de huevos si tienes uno a mano. Las claras puedes guardarlas para otra receta, ¡no las tires!

Ahora sí, bate bien las yemas junto con 150 g de azúcar. Lo ideal es hacerlo con unas varillas para batir, eléctricas o manuales, pero si no tienes, un tenedor también sirve. Cuando consigas una mezcla cremosa y homogénea, es hora de que tus dos preparaciones se conozcan: vierte las yemas batidas en el cazo con la leche y la nata montada y ¡a remover!

Qué ilusión, cocinitas: tu helado ya está casi listo. Es hora de meterlo al congelador, pero antes, vierte la mezcla en un molde grande y apto para este electrodoméstico. Pasados 45 minutos, saca el helado del congelador y remueve bien con la ayuda de un tenedor. Con este paso, conseguirás que los cristales de hielo que se han formado durante estos 45 minutos se deshagan y que tu helado quede tan cremoso como te hemos prometido al principio. Repite este proceso un par de veces más hasta que te hayas deshecho de todo el hielo indeseado.

Voilà. Tu helado está listo para ser devorado. Tan solo un último consejo para que disfrutes de tu creación al máximo: saca el helado del congelador un cuarto de hora antes de consumirlo para que no esté demasiado duro. Si no esperas, es probable que no puedas ni siquiera meter la cuchara. Lo de que la paciencia es la madre de la ciencia lo dicen por algo.

De todos los consejos para tener un verano refrescante que podemos desvelarte, nuestro favorito es, sin duda, el siguiente: elige un sabor y prepara helado casero hasta aburrir. No pasarás calor y tendrás la nevera (y la panza) siempre llena de tu dulce fav. 

El helado de fresa, o lo amas o lo odias. Y hoy confiamos en que seas del primer team, porque esta receta de helado casero de fresa está para chuparse los dedos uno a uno y sin pudor. Es easy peasy: saca del congelador unas cuantas fresas (porque sí, las fresas se pueden congelar sin problema y bate que bate. Una vez convertida la fruta en un líquido rosado, viértela en la mezcla de leche y nata del primer paso y continúa con la receta. Fácil, sencillo y para toda la familia. ¿Es o no es?

¿Quieres una versión un pelín diferente? Prueba el helado casero de yogur. En este caso, no hace falta que prepares la base clásica de leche, nata y yemas. Solo tienes que mezclar en un recipiente 550 g de yogur griego, 30 g de miel y una cucharadita de extracto de vainilla. Después de remover bien la mezcla, añádela a un molde apto para congelador y ¡al frío! De la misma forma que lo hemos hecho en las versiones anteriores, saca el helado del congelador cada 45 minutos y remueve para eliminar los cristales de hielo. Con repetir este paso 3 veces será suficiente. ¡Listo!

>> ¿Cómo? ¿Que todavía no tenías idea de la existencia del catálogo de verano de ALDI? ¡No sabes lo que te estabas perdiendo! La protección solar más adecuada para tu piel, helados de un montón de sabores diferentes (por si el helado casero no es lo tuyo) y un sinfín de ofertas fresquitas. Échale un ojo antes de que termine el verano, que el tiempo vuela.