¿Viaje en familia a la vista? Prepara el botiquín de primeros auxilios óptimo 

Si ya estás preparando tu próximo viaje en familia y eres de aquellas personas a las que le gusta cuidar hasta el último detalle, no puedes pasar por alto el botiquín de primeros auxilios, y con más motivo si vas con niños y niñas. Desde Aldi te ayudamos a organizarlo, indicándote qué debe contener un botiquín de primeros auxilios básico, por qué es tan importante llevarlo encima cuando sales y otras cuestiones a tener en cuenta para anticiparte ante cualquier imprevisto. ¡Que nada estropee tus planes!

Tanto si eres un/a viajante experimentado/a como si te inicias en el placer de recorrer mundo, tanto si eres de llevarlo todo planificado como si te gusta improvisar sobre la marcha, está claro que no podemos prever si nos va a suceder algo mientras estemos en ruta. Por eso es importante llevar un botiquín de primeros auxilios para socorrer imprevistos sanitarios: cortes, quemaduras, rozaduras, insolaciones, indisposiciones, diarrea, jaquecas, reacciones alérgicas o por picaduras…

Un botiquín de viaje bien hecho puede hacer que tus planes sigan adelante y no se estropeen por una simple llaga en la planta del pie, o incluso puede llegar a salvarte la vida en caso de accidente (por ejemplo, evitando que se infecten las heridas). Si además, en tus viajes hay bebés o criaturas pequeñas, controlar la temperatura será indispensable para vigilar su estado de salud y decidir en qué momento acudir a un centro sanitario. Poca broma.

A la hora de hacer el botiquín de primeros auxilios deberás fijarte en…

• El país de destino y sus condiciones sanitarias, ya que en cada país puedes encontrarte situaciones muy dispares y necesitar cosas distintas (o que no te vendan ciertos medicamentos sin recetas que aquí sí puedes adquirirlos fácilmente en la farmacia, por ejemplo). En ese sentido, puedes consultar las recomendaciones de viaje por países del Ministerio de Asuntos Exteriores (apartado Sanidad).
• El método de transporte. No es lo mismo viajar en coche que en avión, puesto que las compañías aéreas tienen restricciones en cuanto a objetos punzantes, cantidad de líquidos permitidos… y todo eso puede afectar al botiquín de primeros auxilios.
• Tenerlo siempre a mano para usarlo cuando lo necesites, pero nunca al alcance de los niños. 
• Utilizar un estuche semirrígido o blando, con cremallera (debe poder abrirse fácilmente en situaciones de emergencia) y organizado en distintos compartimentos para encontrar lo que necesites con facilidad.
• Guardarlo en un lugar fresco y seco y revisar con frecuencia la fecha de caducidad de los medicamentos.

Cuando vamos en ruta solemos hacer largos recorridos a pie, por lo que éstos suelen ser los grandes damnificados: llagas, ampollas, rozaduras, quemazón… Por eso en tu botiquín de viaje nunca pueden faltar tiritas y apósitos (de distintas formas, materiales y tamaños).

Por otro lado, si tienes criaturas sabrás que las tiritas van que vuelan, pues los peques exploran, saltan, corren, escalan, juegan al aire libre… y suelen terminar con algún arañazo o herida.

Las vendas cohesivas también te serán de gran ayuda ante traumatismos y lesiones.

En un botiquín de primeros auxilios nunca puede faltar un kit para curar heridas. Éste se compone de:

• Gasas estériles (consérvalas siempre en su embalaje original para evitar que pierdan su condición estéril).
• Suero fisiológico o solución salina, para limpiar la herida si no dispones de agua y jabón.
• Producto antiséptico (tipo yodo o digluconato de clorhexidina) para mantenerla protegida.

Recuerda que antes de curar cualquier herida deberás tener las manos limpias. Si no te es posible en ese momento, usa gel hidroalcohólico. También te serán útiles unas tijeras pequeñas y algunas agujas estériles (para drenar ampollas, por ejemplo). Pero ojo, si viajas en avión es más que probable que no puedas llevarlas en tu equipaje, por lo que consúltalo antes con la compañía.

¡Ay, ese importuno dolor de cabeza que no te deja vivir…! O esas cervicales que se resienten por dormir fuera de casa. O esa muela que ha decidido fastidiarte el viaje. O ese golpe que se ha dado tu peque que amenaza en chichón.

Fácil solución: unos cuantos analgésicos y otros tantos antiinflamatorios en el botiquín (ya sea en pastillas o en pomada) y a correr. Y si vas con niños/as, recuerda incluir sus analgésicos y antiinflamatorios específicos.

Si viajamos por el mundo es muy normal adentrarnos en la cultura de un país a través de su gastronomía. Sí, pero…a veces nuestro estómago no está aún aclimatado y se resiente. Por eso agradecerás llevar en el botiquín protectores estomacales, soluciones para la acidez o el reflujo, y algo que te corte la diarrea o incluso los vómitos. También puedes llevar suero oral con sales para evitar la deshidratación.

A veces las reacciones alérgicas son impredecibles y, si te pillan de viaje, cuidado. Ya sea porque comes un alimento que no sabías que te producía alergia, o por alguna partícula irritante que te hace estornudar sin parar, o porque tocas una planta autóctona que te inflama la piel… durante un viaje siempre deberás llevar un antihistamínico para controlar cualquier reacción alérgica.

El kit anti-insectos que tod@ buen viajer@ debe llevar dentro de su botiquín se compone de:

• Repelente de picaduras, para adultos y en versión infantil, con el que toda la familia deberá rociarse antes de salir. 
• Antídoto para calmar la picadura de insecto, si alguien ha tenido la mala suerte de ser picado.

¿Quién quiere que un catarro le estropee el viaje de su vida que tanto tiempo lleva preparando? Nadie, ¿verdad? Pues echa unos cuantos antigripales porque con los cambios de temperatura en los aviones o los aires acondicionados del coche o del tren a tope, es facilísimo resfriarse.

El termómetro es importante sobre todo en caso de viajar con niños. Controlar su temperatura y la fiebre será indispensable para evaluar su estado de salud. No pesa nada ni ocupa casi espacio, así que ¡no te olvides de meterlo en el botiquín de primeros auxilios!

Las pastillas para evitar los mareos son imprescindibles en un botiquín de primeros auxilios viajero. Más allá del medio de transporte (coche, avión, barco, tren…), nunca sabes en qué situación puedes encontrarte durante un viaje: excursión en un velero, subida en teleférico, ruta encima de un 4X4, viaje en globo, en taxi-bicicleta… Sin mareos, mejor.

No te olvides la medicación que tomas habitualmente (lleva siempre la receta encima si es necesaria por si las moscas): insulina, inhaladores si tienes asma o problemas respiratorios, colirios para los ojos, etc.

Ahora que ya tienes tu botiquín de primeros auxilios completado con lo básico y fundamental (que esperamos que no tengas que utilizar nunca), si con estos calores tu viaje es hacia el mar, te ayudamos con un listado de cosas imprescindibles para ir a la playa; y si prefieres la montaña, anótate este checklist de básicos para ir de cámping. ¿Ya tienes la maleta lista?