Pastel de chocolate con miel

Precalienta el horno a 170 ºC y engrasa dos moldes de unos 22 cm.

Mezcla muy bien el cacao con el agua caliente en un bol, hasta obtener una textura homogénea. En un bol grande tamiza las tazas de harina, el bicarbonato, la sal, la levadura, añade el azúcar y mezcla bien.

Añade la miel, la leche, los huevos, el aceite de girasol y el cacao y bate con batidora eléctrica durante unos 3 minutos, comprobando que han quedado todos los ingredientes bien mezclados. Mezcla los frutos secos con las 2 cucharadas de harina, elimina el exceso de harina con la ayuda de un colador e incorpóralo todo a la preparación anterior, mezclando suavemente con una espátula.

Reparte la mezcla entre los dos moldes engrasados y lleva al horno durante 30-35 minutos a 170 ºC. Comprueba la cocción con un palillo de madera, cuando este salga limpio estará listo. Dejar enfriar.

Pica el chocolate con un cuchillo, vierte sobre él la nata hirviendo y mezcla hasta que quede homogéneo. Deja enfriar y guarda en la nevera un mínimo de 6 horas. Bate el chocolate con varillas eléctricas unos 30 segundos, añade el queso crema y el azúcar glas y bate 2 minutos más.

Cubre uno de los bizcochos con la mitad de esta preparación, coloca el segundo encima, pero girado para que la parte superior quede lisa. Reparte el resto de la cobertura por encima y reserva en la nevera.

Funde los dos tipos de chocolate por separado, viértelos dentro de moldes pequeños tipo lingotes de silicona o moldes forrados con papel film. Deja enfriar, tápalo y lleválo a la nevera toda la noche.

Con la ayuda de un pelador de patatas haz las virutas de chocolate y cubre con ellas toda la parte superior del pastel. Añade unas frambuesas troceadas con las manos y sirve tu deliciosa tarta.