5 posturas de yoga para practicar en pareja

¡Enhorabuena! Por fin te has decidido y te lanzas al mundo “yogui”. Pero hay más. No solo vas a cultivar la armonía entre el cuerpo y la mente con la práctica espiritual del momento, si no que te atreves a hacerlo de la mejor manera: en compañía. Y es que, ¿qué mejor que reducir los niveles de estrés, alejarse del sedentarismo y compartir un buen momento con tu media naranja?

Como en Aldi somos unos lovers del trabajo en equipo, la confianza mutua y la salud, te hemos preparado una recopilación de las posturas (asanas) más sencillas para que concentres toda tu atención en conectar el cuerpo, la respiración y la mente. ¿Empezamos? ¡Namasté!

Antes de entrar en materia nos gustaría enumerar las ventajas más relevantes de practicar yoga en pareja, también conocido como “yoga en duplas”, y así evitar las excusas que seguramente te invadan después de haber irrumpido tu letargo sedentario.

¿El objetivo? La constancia. Tu salud, tanto física como emocional te lo agradecerá. Además, es un ejercicio para bajar de peso saludablemente sin dietas, ¡prometido!

• Adiós al ego del “yo”. El trabajo en equipo es lo que cuenta para ejecutar cada una de las posturas de yoga con éxito. Despídete del “yo” y da la bienvenida al “nosotros”.
• Mayor confianza y conocimiento de tu pareja. Como es un reto de dos, debes confiar plenamente en las cualidades de tu pareja. A medida que vayáis asimilando las posturas, el hecho de compartir el tiempo, el esfuerzo, la resistencia, la capacidad de superación y demás logros, hará que vuestro vínculo se fortalezca.
• Más equilibrio y coordinación. La mayoría de figuras de yoga para dos promueven estas dos aptitudes, por lo que será vital conectar ambos cuerpos para que “brillen” a la vez.
• Bienestar cuerpo-mente. Si lo practicas a conciencia, siempre pensando en el “aquí y el ahora”, serás capaz de alcanzar un estado de relajación “top” que te permitirá huir de las tensiones diarias. Además, a nivel físico también son innumerables las bondades de esta práctica: tonifica la musculatura, promueve la elasticidad, mejora el rendimiento diario y la calidad del sueño, contribuye a aliviar dolores crónicos y posturales, reduce los niveles de cortisol y colesterol en sangre, quema calorías… ¿qué más se puede pedir? Sin duda, te cambiará la vida.
• Risas, risas y más risas. Con el yoga en pareja la diversión está más que garantizada. Créenos cuando te decimos que no hay mejor risa que la que surge de forma cómplice con tu pareja cuando te das cuenta que estás hecho un nudo y te encuentras muy lejos de la postura deseada. Se crean momentos mágicos.

Si eres principiante en el yoga para dos y buscas posturas fáciles, te recomendamos que empieces por las siguientes figuras y estiramientos, cuando las tengas asimiladas, sube el nivel progresivamente. Es importante que tomes conciencia de cada movimiento, que sientas tu cuerpo, respires, te relajes y pases un buen rato con tu “yogui” de confianza. ¡Om!

Empecemos con una de las posturas de yoga más famosas. Nos sentamos en el suelo, espalda contra espalda y piernas cruzadas. Espalda bien recta, como si nos estuvieran estirando de la cabeza por la parte superior y el pecho hacia el frente. Después solo queda elevar los brazos hacia arriba, uniendo las manos con las de nuestra pareja.

Beneficios: esta figura de yoga reduce la curvatura de la columna vertebral, porque trabaja la postura corporal correcta. Está indicada para personas con problemas en las rodillas. Fortalece el sacro y la zona donde se encuentra el nervio ciático.

Sitúate espalda contra espalda con tu compañero/a, sentado/a con las piernas en cruz. La mano derecha sobre la rodilla izquierda y la mano izquierda la colocamos sobre la pierna derecha de la otra persona. ¿El reto? Mantener esta figura de yoga un minuto aproximadamente y cambiar de lado. Puedes repetir la postura dos o tres veces.

Beneficios: las torsiones de este tipo permiten estirar y relajar la espalda y los oblicuos. Es tu mejor aliada si tu meta es reducir tensiones. Es ideal para finalizar una rutina diaria.

Para realizar esta postura de yoga debes sentarte frente a tu pareja y agarrarla de las muñecas, con los brazos estirados. No olvides que la espalda debe estar bien recta. Estira primero una pierna y coloca la planta de tu pie contra el pie de tu pareja. Haz lo mismo con la otra pierna. Mantén el equilibrio activando los músculos del abdomen, con la cabeza ligeramente hacia arriba.

Beneficios: con esta postura de yoga en pareja se fortalecen las abdominales y la musculatura de las piernas, así como se alivia el dolor lumbar. También se mejoran los procesos digestivos.

La persona que quiera trabajar la flexibilidad que se coloque sentada en el suelo, con las piernas juntas y estiradas, y que baje lentamente hasta donde buenamente pueda. Lo ideal es acabar tocándose la nariz con las piernas (si eres constante, ¡lo conseguirás!). Y el otro integrante de la pareja que se sitúe espalda contra espalda y le agarre los pies a su compañero, tal y como se observa en la fotografía.

Beneficios: si se practica de forma regular se estimula el funcionamiento del sistema circulatorio y endocrino. Es clave para una buena educación postural, reduciendo la desviación de la columna vertebral. También se trabaja la elasticidad y la tonificación muscular.

Sitúate frente a tu pareja, con los brazos estirados y sujétate por los hombros. Da pequeños pasos hacia atrás, teniendo en cuenta que tanto las piernas como la espalda tienen que estar bien rectas. Ves inclinando el dorso de modo que quede paralelo al suelo. Ejerce una ligera presión en los hombros de tu colega “yogui”, para estirarlos suavemente.

Beneficios: fortalece las rodillas y estira los músculos de la parte posterior de las piernas, así como los glúteos. Estimula el hígado y los riñones y también mejora la digestión.

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