Cómo marinar tofu para obtener más sabor

Si cuando escuchas la palabra «tofu» piensas en una dieta vegetariana o vegana, quítate esa idea de la cabeza; el tofu es apto para todos los públicos y dietas. Ojo al dato. Es un alimento muy versátil que podemos añadir también a recetas con carne o con productos de procedencia animal. Eso sí, te recomendamos que no te límites a comerlo solo, porque muchos dicen que tiene poco sabor, e incluso que es insípido, y te puede llegar a parecer soso. Sin más. Para disfrutarlo al 100 %, lo ideal es aprender a marinar tofu de forma adecuada. En este post, te damos las claves. ¿Empezamos?

En este apartado no vamos a extendernos demasiado porque en otra publicación ya te dimos toda la información sobre el tofu (qué es, de qué está hecho, cómo se come, etcétera). Por lo tanto, aquí simplemente te haremos un pequeño resumen para ponerte en situación. Seremos breves. Prometido.

Total, que el tofu es una pasta sólida, y por supuesto 100 % vegetal, que resulta de la coagulación de sales de calcio o magnesio con la leche de soja cocida. Para crearlo, se somete a un proceso de cuajado y prensado en el que se separa la parte líquida de la sólida. Después, se envasa en agua y se pasteuriza. Tiene miga el asunto, ¿eh? Pues la cosa no queda ahí. Debes saber también que existen dos tipos de tofu: el firme, que se puede utilizar en todo tipo de platos, y el sedoso, aplicado mayormente en la repostería. Hoy nos centramos en el tofu firme, ya que es mucho más versátil y fácil de encontrar. De hecho, lo tienes en ALDI bajo la marca MyVay. ¡Pruébalo!

Sobre marinar ya hemos hablado también en ocasiones anteriores, pero con otros ingredientes como protagonistas, como la carne, el salmón o el atún. A la vista está: se puede marinar casi cualquier alimento, y lo mejor de todo es que no tiene complicación alguna. Marinar no es más que sumergir un ingrediente en una mezcla de líquidos y especias para impregnarlo de sabores, ablandarlo o incluso modificar su textura. En el caso del tofu, nuestro objetivo principal es impregnarlo de esos sabores, ya que por sí mismo «no tiene ninguno». Con esta información, nos han entrado unas ganas locas de ponernos manos a la obra. ¿Marinamos ya?

Preparación:

Paso 1: ¡Qué emoción da presenciar tu primer marinado de tofu! Nosotros ya estamos ready, ¿y tú? Comienza escurriendo y secando bien el bloque de tofu firme para deshacerte de toda el agua. Es importante que lo drenes bien para evitar que tu receta quede aguada y pierda sabor.

Paso 2: Corta el tofu en daditos pequeños para que la mezcla que vamos a preparar penetre en su interior más fácilmente. Para ello, tan solo necesitarás el cuchillo que utilizas habitualmente, pues la textura es blanda y no opondrá a penas resistencia.

Paso 3: Prensa dos dientes de ajo con ayuda de un prensador o con tus propias manos y, a continuación, pica los tallos de cebollino en trozos muy finos. Ahora sí: ya lo tienes todo listo para comenzar a mezclar los ingredientes.

Paso 4: En un recipiente de cristal, preferiblemente hermético, añade el tofu, el zumo de un limón, los dientes de ajo prensados, el cebollino picado, las cuatro cucharadas de soja y pimienta al gusto. Una vez añadidos los ingredientes que acabamos de nombrar, sumérgelos en aceite de oliva.

Paso 5: Ha llegado la parte menos emocionante, pero más importante: dejar reposar la mezcla. Para este marinado, se recomienda un periodo de reposo de, al menos, 48 horas para que los sabores se impregnen bien. ¡Ten paciencia y comerás sabroso!

Preparación:

En todo marinado, los pasos son los mismos. Primero, preparamos los ingredientes que haya que cortar o pelar y, después, lo mezclamos todo en un recipiente de cristal. No tiene más. En este caso, solo tienes que mezclar en un bol 3 cucharadas de mostaza de Dijon, otras 3 de vinagre de Jerez y 3 más de aceite de oliva, así como una cucharada de miel, un tomate pequeño a trozos, sal y pimienta. ¡Ah! Y no te olvides del tofu; hacerte con uno de calidad es el paso más importante de toda la receta. ¡Encuéntralo en ALDI!

El marinado es solo una de las muchas técnicas que puedes usar en la cocina. También están la tempura, el pochado o la conserva al baño maría, por nombrar algunas. Cada una tiene su gracia y puede cambiar por completo el resultado de un plato. Atrévete a probarlas y sorprende a tus invitados cuando vengan a cenar a casa. ¡Mola mucho!