Cómo ventilar tu casa para mantener un ambiente saludable y fresco 

¿Sabías que el aire de tu casa también se ensucia? De hecho, te sonará mucho la expresión “el aire está cargado”, ¿no? Renovarlo es imprescindible para que cualquier espacio cerrado continúe siendo respirable y beneficioso para tu organismo. Con el simple gesto de ventilar tu casa a diario, estarás evitando que se sature con dióxido de carbono (CO₂), se regule la humedad, el polvo, las alergias y virus, así como otras sustancias nocivas que te contamos a lo largo del post. Toma ya.

En ALDI subrayamos la importancia de ventilar tu casa correctamente y te enseñamos cómo hacerlo, cuándo es el mejor momento y durante cuánto tiempo. ¡Abre las ventanas y respira!

Aprende la importancia de ventilar tu hogar correctamente gracias a los beneficios que te enumeramos a continuación. ¿Tu objetivo? Tomar consciencia y pillar el hábito para ventilar tu casa a diario.

• Se renueva el aire. En otras palabras, se disminuye la concentración de dióxido de carbono.
• Se regula la humedad y se evita el moho. Un exceso de la misma incrementa el riesgo de afecciones respiratorias, mientras que un ambiente muy seco puede perjudicar nuestras mucosas.
• Se suprimen los virus que se concentran en el aire. Vital para evitar contagios.
• Se eliminan los malos olores y se reducen las partículas en suspensión (polvo). Un ambiente “viciado o cargado” promueve las alergias y puede empeorar enfermedades como el asma.
• Dejar pasar el sol “desinfecta” las estancias, pues los rayos ultravioletas calientan y combaten algunos microorganismos. ¿Cómo te quedas?

Por último, si no dejas correr el aire unos minutos al día estarás duplicando el riesgo de padecer bajones de energía, promoviendo los dolores de cabeza y empeorando síntomas respiratorios como la tos. También estarás incrementando los gases nocivos que liberan los muebles, algunos textiles, los objetos de plástico o incluso los productos de limpieza. Recuérdalo.

La práctica más eficaz para ventilar la casa es lo que se conoce como la ventilación cruzada. Grábatelo. Se trata de abrir puertas y/o ventanas que se encuentran en lados opuestos de la vivienda. ¿El motivo? De esta manera conseguirás que se genere una corriente natural que renueve el aire de las estancias en tiempo récord. ¡Seguimos!

Haces bien en preguntarte cuál es la mejor hora y época para ventilar la casa, porque es un factor determinante a tener muy en cuenta. Lo más recomendable es abrir las ventanas a primera hora de la mañana, para evitar la acumulación de CO2 originada por la respiración nocturna.

En la época estival, lo mejor es ventilar la casa por la noche, pues la temperatura será algo más fresquita que durante el día. Eso sí, ten cuidado con los mosquitos, que no perdonan. Sin embargo, durante los meses más fríos del año es fundamental que ventiles la casa hacía el mediodía, cuando el sol tiene más fuerza. Emplea tu sentido común. Pim, pam.

El tiempo de ventilación de tu hogar variará en función del clima, la estación del año y el uso que le des a tu vivienda. Independientemente de estas variables, se suele decir que son suficientes entre 10-15 minutos al día para que se renueve el aire con éxito. ¡Ojo! Si alguien de la familia está afectado por algún virus respiratorio el tiempo de ventilación deberá ser mucho mayor. Por ejemplo, un mínimo de 10 minutos tres o cuatro veces al día. Capisci?

Sí, hay lugares de la casa que hay que ventilar con más frecuencia. Ponte a prueba, ¿cuáles crees que son? Tic, tac, tic, tac… Solución: los dormitorios (para disminuir el CO₂ que se genera cuando dormimos), el baño (para evitar problemas de humedad) y la cocina (para combatir los malos olores y disminuir bacterias u otros patógenos). Evidentemente, no olvides ventilar el resto de habitaciones de la casa (salón, despacho, recibidor, habitación de juegos…), siempre que puedas con corrientes de aire cruzadas.

¿Qué sucede si no ventilas tu casa, incluido el mobiliario? Aunque cueste creer, tanto los objetos encolados (por ejemplo, los muebles), como algunos textiles (en especial, las alfombras), los plásticos y los productos de limpieza que usas liberan gases y partículas tóxicas. Por este motivo, sí o sí debes ventilar tu casa.

En el caso de los muebles, ya sean armarios roperos o de cocina, te aconsejamos que los abras para que se aireen. Ciérralos tras pasar 20 o 30 minutos, aproximadamente. Y di adiós a la humedad.

Por extraño que pueda parecer, hay quien prefiere ventilar la casa “parcialmente”. Es decir, dejar una ventana medio abierta durante todo el día. Error. Esta acción tan poco acertada puede contribuir a que las ventanas se condensen, por lo tanto, a crear zonas con humedades. Asimismo, con este gesto se enfriará excesivamente la vivienda en invierno, haciendo inútil cualquier esfuerzo que hayas hecho para ahorrar en calefacción y dañando la salud de nuestro planeta. Evítalo.

Por el contrario, es mucho mejor poner en práctica la técnica de ventilación cruzada que te hemos enseñado en el post, durante un tiempo prudencial (10-15 minutos). Si por lo que sea no quieres ventilar tu casa tanto rato seguido, puedes repetir ventilaciones de 5 minutos las veces que necesites. Bienestar puro, compruébalo.